martes, 2 de octubre de 2012

HUGO MAYO


In Memoriam


Su verdadero nombre fue Miguel Augusto Egas. Nació en Manta en 1897, pero desarrolló la mayor parte de su obra en Guayaquil. Representante del dadaísmo en el Ecuador, publicó tres libros: Poemas de Hugo Mayo (1976), El zaguán de aluminio (1982) y Chamarasca (1984). Figura notable de la vanguardia literaria de los años 20, publicó en la revista peruana Amauta, fundada por José Carlos Mariátegui. La publicación de “Poemas Machos” generó tal polémica, por el título y contenido, que los críticos pidieron para Hugo Mayo el “hospital psiquiátrico o la cárcel”. Fue empleado municipal durante muchos años. Murió en 1988 en la ciudad de Guayaquil.


  • POÉTICA POSIBLE

Soy Hugo Mayo, un poeta distinto
Soy a mi manera
–Como temo intoxicaros, olvidad que soy poeta
Les permito llamarme como quieran–
Al mundo llegué, según mis padres, el día domingo,
Cuando apenas el alba se pintaba
Noviembre 24 señalaba el calendario
Mi cuna: un fondeadero; Manta
Manta entonces era pequeña y paupérrima
Hoy, puerto con rompeolas, ciudad que maravilla,
Aunque le pese a cualquier otro puerto
Mi rebeldía, como mi mar, la doy en tumbos
Poseo la reciedumbre del algarrobero
Mis primigenios: un bosque y un océano
Así, la engendración de savias y aguasal,
a no dudarlo, he sido, soy y sigo siendo

Un día, resuelto, «le torcí el cuello
al cisne de engañoso plumaje» que cantaba
Los patocuervos no me perdonaron
Buscaron en bandada atacarme en mi reducto,
pero los desplumé; y, apenas si pudieron
No contentos me llamaron el verdugo del verso
Sin embargo, sigo siendo Hugo Mayo,
un poeta distinto. Soy a mi manera (...)


  • POEMAS


POEMAS MACHOS 

estoy con el pájaro sin jaula ese pájaro hoy de colores 

saltando los vidrios anuda el sonido de tu risa 
hacia el norte equivocadamente los senos 
columpio que reserva la mecida impar desviando 
espaldas de muchos abanicos las distancias 
aparte las estrellas en la enredadera del naufragio 
con las ventanas a propósito 
conteniendo las cosechas ante las semanas ancladas 
veo el timón aurora de itinerarios fugitivos 
siguiendo el dibujo de tus pasos poliedros de la tarde 
pasan el disco las distancias cortando el muelle de la noche 
escalera de muchos resortes me pongo a subir las azoteas 
despertando a galope el carrusel mayúsculas de todos los avisos 
falsamente perfilan vidrios de colores al fondo
antena sin perseguir el silencio de los ojos
muestro las manos con el barniz de muchos olvidos
bajo el ala de tu pastora dibujo el crepúsculo nuevo
collar de piedras pálidas atardeciendo el disco de tus besos 

en el reloj de atmósfera ardiente borrando las horas 
acompaño a las nubes disparatadas el regreso a cualquier parte 
en la cuerda floja tirada al espacio 
madurando los frutos del aire en el límite 
las palabras se lanzan perdidas en la pista del deseo inválido 
muñequera de distancias dando vueltas seguidas 
soy con mis pasos delirando la marcha 
el trapecista en el lomo de cualquier estrella 
sobre el aislador en el trote de las ansiedades 
la penumbra abandona todos los pasos. 


daba vueltas en el muelle del tiempo 
torcido el cielo de las mariposas sobre el campo 
traigo en la marea de colores los racimos 
afiche en el cinema encendido 
nos desatábamos esperando el sur el nudo de los recuerdos 
hasta tu misma voz viajando florece el terreno 
el espantapájaros palabras disparatadas mi arpón y tu red 
otra del campanario escribir al espacio 6 lágrimas 
el olor de ti mismo guía del camino girando la tarde 
color esperado de los duraznos 
tus caderas siguen en cinta de aire paralelas tus caderas 
echa las semillas camino de tus pasos floreciendo alegrías 
estrella de neblina el polo de tu ruta bebiendo la noche 
así grabando como radiogramas de risa 
en el mástil ciruelo de las cosechas 
tal el farol junto al portal del olvido 
confuso al paso del tiempo 
en el polinomio estrella de antorchas 
pensando que llega polea de los senos nacidos 
mareo de muchos caminos en la distancia 
aquello como cordón de palomas 
cortando espigas de sol para los cestos de la tarde 
al escamotear la pampa de siembras 
esas ansiedades cruzando las montañas 
para caer dentro de una hora 
caricia húmeda mezclada a las cortezas 
entonces sonata nacida de las raíces 
baño en neblina hasta orillar barrancos 

ahora como músculos golpeando nuevo oxígeno 
en tropel hasta 100 números del aire 
en los ojos sin poder localizar 
collar de lágrimas escapando apenas 
como un puñal vendado 
luego galopa olor de regreso 
queriendo abarcar la distancia. 


me apresuraba a golpear sobre los rascacielos 
saltan las ansiedades naufragio de letras pescando diptongos 
dominó en 12 cuadros dobles 
el puñal de sol asesina la vidriera de los calendarios 
juega con las estrellas el espacio para recoger las iniciales 
camino con la última edición de recuerdos 
avión en decollage 
soda de aire que beben los pájaros en la noche 
cabecean a la siga capotes de muchos autos 
atardecidos dibujos en playa de balneario 
voy sacando de mi jaula ideas sin alas 
madrugada en cinta 
anunciada la paleta que dará los colores impares 
estufa de cualquier pantufla de china 
hay un desbordamiento de los pisos altos 

que se paralizan en los casilleros del alba 
olfatea ardilla de 10000 folletines 
el deshielo de tus palabras embanderadas. 


PUEBLOS DEL SIGLO NUEVO 

sin ser una burbuja de jabón 
va pasando lento por la calle torcida
un abecedario en desorden
tras el vidrio de cualquier monóculo
existe una feria de colores
el otoño ha marchado a golpe
y las mujeres obtuvieron asientos de primera fila
en cualquier lugar olvidado
tomaban los cuerpos la forma de cubos
un buen caricaturista
hizo los zaguanes en las casas de cemento armado
los relojes
marcaron las horas de los puntos cardinales
mientras desde nuestros pies
miles de diptongos se lanzaron sobre las pianolas
y conocimos los ojos de nuestras nietas
cuando llegaron las noches apagadas.

RETORNO A MI SANGRE 

Mi manera que padece 
y mi tránsito que acumulo y esa vida sin cuerpo 
en la totalidad del ser 
soy solo muerto delito en el tiempo 
como ayer totalidad de la sorpresa 
De lleno en esa luz de los relatos 
entre a caer en un mador 
A nutrirme palabra de la magia 
pero me quedo en la puerta de la espera 
en las rocas omnipotentes 
Y me mido en lo crucial 
y medito en el asilo de mis huesos 
Sé del camino y del golpe 
y retorno a mi sangre 

sábado, 22 de septiembre de 2012

PAOLA ZAMBRANO JERIA



 


Menciona a:
Jorge Carrera Andrade
Alfredo Gangotena
Ernesto Carrión
Vladímir Zambrano


Santa Cruz, Galápagos, 1979. Estudió Diseño Gráfico Publicitario en la ESPOL, se ha desempeñado como catedrática universitaria y diseñadora gráfica. Actualmente trabaja como guía naturalista en el Parque Nacional Galápagos. Dedicada a la gestión ecológica cultural, preside el grupo de gestores culturales “Los caminantes de Galápagos y es directora del proyecto permanente de cine itinerante “La siete” .Fue tallerista del escritor Miguel Donoso Pareja. 
Ha publicado el poemario Suplicio de la horca (2005), fue incluida en el poemario 100 años de poesía erótica de mujeres ecuatorianas de la poeta Sheila Bravo (2006), Antología de poetas ecuatorianos Alianza Francesa 2006, Cuadernos Ecuador Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo del Guayas 2006, entre otros. Mantiene inéditos dos libros de poesía.


  • POEMAS

UNO

He probado aceite de la máquina que me construyó
Me he retorcido en la piel de un desconocido
El dolor es un trozo de madera con clavos


DIEZ Y SIETE

Consumo el dios que te cubre
Reconstruyo tu catolicismo fingido
Juego con la supremacía de tus mares

Seré fusilada por irreverente


ABANDONO

He visto desde el norte hasta la puerta de mi casa los niños que odian los carritos de guerra, los bancos llenos de suicidas que beben cerveza rancia, el amante y su relación tormentosa esperando en la ventana de un cuarto de alquiler.

He visto esas flores extrañas, que crecen espontáneamente en toda la casa, los trópicos, los desiertos y los grandes nevados, el frío intenso amenazando los tachos de basura.



He visto mis manos aborreciéndome por no poder tocar lo que veo, la noche donde el placer era necesario y al criminal que se quedó tras la puerta de baño.



He visto excéntricos hombres manejando grandes maquinarias por algunas horas, mirando con culpa a su mujer que le susurra lo que podría hacer con su cuerpo.



He visto ciegos extasiados de sonidos, los gritos debajo de las rocas, las casas derrumbándose en la playa.



He visto la soledad queriéndose tirar de algún edificio, el río sollozando dentro de un armario porque se siente solo.



He visto imágenes en la sopa caliente y también en la fría, a media noche, velas, vino y una mesa demasiada grande.



He escuchado la buena y la mala música. El último ring-ring a las 11H30 PM.

martes, 4 de septiembre de 2012

SANTIAGO VIZCAÍNO ARMIJOS


 
 
Menciona a:
David Ledesma
César Dávila Andrade
Alfredo Gangotena


Quito, 1982. Es Licenciado en Comunicación y Literatura por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Cursó la Maestría en Estudios de la Cultura, Mención Literatura Hispanoamericana, en la Universidad Andina Simón Bolívar. Fue Becario de Fundación Carolina en la Universidad de Málaga, donde cursó un máster en Gestión de Patrimonio Literario. Ha sido supervisor de estilo de diario Hoy, director editorial de Superbrands Ecuador y editor de la Dirección de Publicaciones de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión y de la revista Nuestro Patrimonio, del Ministerio Coordinador de Patrimonio. Textos suyos se han publicado en las revistas Letras del Ecuador, Rocinante, Ruido Blanco, Casa de las Américas (Cuba), Connotation Press (EEUU), Punto de Partida (México), entre otras. Su primer libro de poesía, Devastación en la tarde, recibió el Premio Nacional de Literatura en 2008 por parte del Ministerio de Cultura. Asimismo su libro de ensayo Decir el silencio, en torno a la poesía de Alejandra Pizarnik, que obtuvo el segundo lugar en esa categoría. Su poesía ha sido recientemente traducida al inglés por Alexis Levitin. Recibió el Segundo Premio Pichincha de Poesía 2010 por su libro En la penumbra y una mención particular en la XXVI Edición del Premio Mundial Nósside de poesía.


  • POÉTICA
Escribir porque hay un dictador en tu corazón que te impone. Hay un dictador que hace de tu corazón un ovillo. Escribir: innecesario como hacer un mueble de madera o una casa. Escribir desde el fondo de tu angustia hace que la vida adquiera la inmovilidad con la que sueña el vagabundo. Todo lo que se hace letra es una justificación de la pertenencia. Una vez hicimos el amor con la literatura pero estábamos demasiado drogados para acordarnos. Han pasado muchos años y no hemos aprendido a conjugar el Verbo. Esta materialidad se vuelve visible solo en el espejo de la página vacía. Se hace literatura por impertinencia. Uno nace viejo y vestido y punto. Es increíble el horror de una arruga que se hace pálpito. No quieres escuchar el silencio porque tienes miedo. Hay una fosa sagrada llena de misterio. Mentira. Decir el amor se olvida como la mano que invita al amigo a escapar de su llanto. Afuera hace frío y la garganta se llena de hastío. La música es el claro de luna que acompaña la mañana. Ya fui a mirar el mar pero estaba vacío. Las manos se agrietan día a día y hay alguien que robó una píldora para extasiarse. Se escribe en el ardor de una noche sin sombra. Un hombre fue a mirar muy adentro, pero estaba poblado de arañas. Un hombre no tiene trabajo, pero hay tres hijos que lo esperan. Al que escribe no lo espera nadie.


  • POEMAS


 
canto a sí mismo

Estoy enamorado de mí mismo,
hay tantas cosas en mí tan deliciosas.
Whitman
santiago ha muerto ahogado en la mácula de su ego,
ciego de la soledad de la ignorancia,
oscuro fulgor que cesa,
vulva atrofiada, cuello íngrimo.

[quiso vivir en el secreto mundo de una pretensión ridícula.
su vida fue un constante aplazar el suicidio.]

santiago,
un horrendo hijo de puta que no sabe dónde esconderse.
los lugares adonde ha ido se han poblado de la miseria de su virilidad:
enfermiza animalidad que se solaza en la memoria de un cuerpo.

dos veces ha robado por resentimiento,
por prejuicio mórbido;
también ha escupido sobre el llanto de su madre
y se ha echado a reír de desesperación.

santiago odia su primer nombre
con el que tiene que cargar como a un manco muerto.
santiago tiene ganas de llorar en el espacio desolado de la calle
donde se han de sacrificar los fantasmas, en coro,
de unos últimos suspiros.

santiago cita en otro idioma para disimular su barbarie.
dove si grida non e vera scienza
dice lezama que alude a ortega y gasset que cita a leonardo.
en eso no cree santiago.

santiago quiere ocupar el lugar donde satán hace el amor
con una niña rubia
lo monstruoso / lo monstruoso
lo monstruoso ocupa el lugar de la fricción entre dos dedos que chasquean.

[qué hacer con el silencio —dice santiago—
que rodea una línea cargada de plenitud.
qué hacer con este dios que es la exégesis de una novela del espíritu.]

santiago huye del granizo que atropella los cristales,
siente que la ciudad se encumbra hacia la noche
y hace un ovillo de la diminuta bolsa donde caben todos los males.

santiago,
otra vez ha venido tu padre a golpear a tu madre
y la mudez te ha cercenado la lengua
[tópico del miedo]
razón suficiente para gozar de angustia.

santiago ya no está solo,
pero ya no tiene ganas de repetir su nombre.

las mujeres lo miran como si hubiese violado a una tórtola
o espantado a una niña muda.

era también un niño cuando introdujeron una mano
abyecta
que destrozó su corazón.

pero no hay razón para ponerse triste, santiago.
también una mujer ha tenido al menos un orgasmo,
te ha convidado la sal metafísica de su cuerpo en limbo,
te ha ofrecido sus pezones bañados en cerveza
y se atragantaron, los dos, con el fino humor de un falo adormecido.

toda la noche escupe el cielo el morbo de un dios necrófilo.
toda la noche se masturba santiago
para olvidar el caminar de la sombra como una mula vieja,
como una mula tuerta.

santiago llora a su hijo
al que no pudo joder como su abuelo a su padre / como su bisabuelo a su abuelo
así ad infinitum…
santiago,
alguien lee tu discurso gangrenando la epidermis.
santiago, alguien quiere descifrar el ritmo de tu corazón que se desangra
al filo del grafito.

todos tenemos fe en santiago:
no será más la novia fea,
el indio sacrificado,
el aullido pobre que se multiplica.
a menos que santiago muera o se enferme
que es lo mismo. 


 
Mata a un hombre

A Estanislao Orozco

Mata a un hombre,
hazlo sufrir,
degüéllalo lentamente
y mira desangrar su sufrimiento.
Tortúralo,
arranca sus uñas con pinzas de metal,
introduce objetos gruesos eN su ano seco.
Arráncale la lengua.
Derrama la llama encendida de una vela sobre sus pezones.
Córtale los huevos.
Desgarra su oreja y habla con ella.
Su nariz también puede servir para divertir a un niño.
Observa cómo llora de dolor.
¿Te gusta?
Siente su respiración que borbotea.
Haz de él un pozo de la nostalgia.
Bebe su llanto en un cáliz inquisidor.
Escupe sobre su boca el cristal de tu desdicha.
Anda, sé miserable,
sé el verdugo de su hambre de muerte.
Pero jamás,
escúchame bien,
jamás,
le des un trabajo sin sentido.

sábado, 5 de mayo de 2012

ANDRÉS MORENO

In Memoriam

Portovelo, 1982-2008. Culminó la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, obteniendo el título de Periodista Profesional, Mención Cultura. Estuvo vinculado a Casa de las Iguanas. Fragmentos de Fuego, su primer y único libro, se publicó póstumamente por La Casa de la Cultura Ecuatoriana (Núcleo de El Oro).

  • POÉTICA POSIBLE 

He besado con ansiedad los labios de la locura
buscando el destino que no existe
mientras escribo lloro sobre un poema que es mi casa
donde yace petrificado el corazón del verso.


  • POEMAS 

REFUGIO

Espera, no levantes la mirada aún, de forma detenida y respetando la grafía de tu mano, dime: ¿qué has visto al otro lado de la mente?


PEREGRINACIÓN HACIA LA ROSA

Antes que se inscriba en la pared el fuego
y se transfigure tu cuerpo en el poema diré:
no ha servido de nada mi vida.
La voz estática me arrastra hacia la alucinación
que como un amor me dice: dame tus labios
ya no hay besos por robar en las tabernas
ni palabras por decir frente a la iglesia.


Me acercaré a la tumba, saltaré la verja de cristal
y enterraré junto a mí el sonido.


**

No regresa ya hasta aquí
el deseo que oculta la niebla
extraigo estas palabras de la
baba de un perro rabioso que
junto a la vida, castigan al hombre.


**

La locura no es mía es de todos.
El animal rastrero me expulsa de
su guarida y grita contra mis textos.
Lo que no lo dice el hombre lo dice la nada.


LA ESPERANZA REFUTA DEL HOMBRE


El dolor pasajero y la ansiedad de querer sacudir el cielo, para permitir el libre transcurso del lirio y las sombras, nos hace avalanzarnos contra la espuma y confesar el gemido del tiempo envuelto en ataúdes; aquello que se escucha en los hospitales, donde los enfermos resplandecen y realizan actos imposibles congelando la sonrisa de la ira. En los templos oxidados desaparecen las luces y ya no hay nadie.

Los hombres son rosas, rosas
ensuciando el oscuro jardín de la dicha.


LA CANCIÓN DEL AMANTE LOCO

Dame –tu cosa y vuélvete contra el muro
dame tu cosa que sangra y palidece tras el aire
ven, posa sobre mí la serpiente que muere de entre tu voz ebria.
Para que todo termine sucio, dame eso que cede
en tu alma y no tiene sentido.
Dame tu cosa, dame tu cosa
Soy yo el escorpión quien ama a nadie.

viernes, 23 de marzo de 2012

VICTOR VIMOS



Menciona a:
Jorge Martillo
Ernesto Carrión
Gonzalo Escudero

Victor Vimos (Riombamba, 1985). Es miembro fundador del Proyecto Editorial Matapalo Cartonera; Integrante del Comité Organizador del Encuentro Nacional de Poesía Zarandearte (Riobamba, 2006, 2007); Merecedor del Segundo Premio Provincial de Poesía (Chimborazo, 2004); Primer lugar en el Concurso Provincial de Cuento (Chimborazo, 2005). Premio Nacional de Cuento “BIENAL JUEGOS FLORALES” (Ambato, 2007), Primer Lugar en el VI Concurso Nacional de Cuento “DIA DEL LIBRO Y DE LA ROSA” (Quito, 2010), Segundo Lugar en el Premio Nacional de Poesía “Bienal Juegos Florales” (Ambato, 2012). Sus textos han sido leídos en diversos espacios como el Encuentro Latinoamericano de Poesía Garganta Profunda (Quito, 2006), Centro Cultural Yacana (Lima, 2008, 2009), Festival de Poesía de Lima, (Lima, 2011); además constan en varias antologías y revistas nacionales así como de México, Perú y Argentina. Ha publicado: PERINOLA (Noctambulario Ediciones, 2007), PROLONGACIONES (Casa de la Cultura Ecuatoriana, 2010), DRAGÓN (Sarita Cartonera, Lima, Perú, 2010), DESFIGURACIONES (Nulu Bonsai, Buenos Aires, Argentina, 2010), LOS POEMAS DEL BOXEADOR EN EL PUERTO (Yiyiyambo, Asunción, Paraguay, 2011). Actualmente cursa sus estudios en Antropología, colabora con la prensa escrita y la docencia. 


  • POÉTICA 

Tentativa Poética: trazado de líneas gruesas en búsqueda del fuego. 

Creo en la poesía como en el recuerdo. Creo en la escritura como el cordel por el que los muertos y el polvo regresan a los instantes donde felicidad y tristeza no tienen otro peso que lo fugaz. Así, el paisaje que impone el ritmo de lo dicho se vuelve uno con el formato de lo vivido. Creo en el poeta como uno de los tantos tejedores de este cordel. Creo en su labor como el ritual para escupir las astillas de luz y sombra, que por igual fermentan en los huesos de la sonrisa y la pena. Solo así entiendo la inutilidad de este intento. 


  • POEMAS

PLEGARIA DEL HIJO VENCIDO


nunca más la noche,

siempre la estrella disolviéndose en la mano,
la orilla donde la sal ha derrotado los huesos,
la pólvora atascada,
     espiga de infierno,
          en el corazón,

madre,
no queda lugar para la ternura en mi nombre,
los cuervos han nevado sobre mis ojos,
solo el eco de la marchitez guía los pasos,
solo eco de la marchitez
como una campana destrozándome el lomo,

enterré al hijo lejos de tus encajes
para que no atestiguaras su descenso:
furiosa caída en la que tragándose los paisajes y los soles,
terminó como el sedimento que envejece las cavernas,

nunca más la noche, 
siempre una sábana de bruma donde escribirte colores,
un pedazo de papel para imaginar que beso tu rostro de agua,

madre,
no queda lugar para la ternura en mi nombre,
la casa está consumida por la inmundicia,
las agujas del tiempo han arrinconado mi sombra al precipicio
donde espero tu regreso,
tu mano de menta, tu olor a tiza herida,
demasiado tarde descubrí mi parentesco con tus sueños,
ya era un hombre que masticaba animales con mis nudillos,
     un hombre solamente,
           madre, frente a la violencia de otras voces,

tuve tiempo para escupir sobre la inutilidad de los recuerdos
y lo malgasté recreando la infancia de lo ajeno,
no quiero la sangre que emana de mi boca,
la herradura que cargo en las cejas como decepción eterna,
un hombre solamente con las manchas de un abrazo
intentando sobrevivir al diluvio, 

nunca más la noche,
enterré al hijo, madre,
no queda un lugar para la ternura en
mi nombre.


RITO

ha muerto el hombre que yacía bajo mi piel,
su ebriedad irremediable, su locura intacta, su odio por el cigarro,
han quedado ahí, quietos, como pájaros petrificados junto a lo que un día fueron sus aposentos,
ha muerto temprano
no le ha sido necesario esperar al cura para descargar sus pecados,
su madre no ha estado para acariciarle las cicatrices,
apenas un ruido de mar embravecido lo ha visto partir,
ha muerto el hombre que yacía bajo mi piel,
se ha llevado la necedad de confundir el atardecer con angustia,
esa manía loca de creer que todas las canciones tristes estaban hechas para él,
no ha venido su hermana a cobijarlo con sus diminutivos,
su hermano ha estado lejos esta mañana en que ha muerto,
ahí quedan tiradas entre mis costillas
las cartas que escribía desenfrenadamente para contar de su hastío,
sus zapatos y camisas
cuelgan trístísimos en algún lugar de mi cabeza,
algunas hojas sueltas
y unas cuantas botellas ruedan por mis vértebras,
ha muerto simplemente
no ha permitido que su padre remonte las selvas para besarlo en la frente
que su perro aúlle de madrugada dolido por su agonía,
apenas un ruido de mar embravecido lo ha visto partir,
renunciar al latido de su descendencia
a la calma que encontraba en los brazos de su mujer,

ha muerto temprano
                                          yo estoy cargando con él.


*** 

de esta porción de tierra soy dueño 
yace aquí el esqueleto de mi infancia 

(colibrí que 
vaga tras un cometa 
adivinando la caricia del viento en la nada) 

pero no importa 
la muerte pegada a mi nuca crece en lugar del sol 
y los días se miden por el peso de mi sombra 

de esta porción de tierra soy dueño 
y todo lo que en ella se quiebre le incumbe a mis fantasmas: 

(escribo con la desobediencia de quien ama el cinismo 
escribo con la desobediencia de quien ama el cinismo) 

martes, 13 de marzo de 2012

YULIANA MARCILLO


Menciona a:

Pedro Gil
Hugo Mayo

Yuliana Marcillo Miraba (Chone, 1987). Poeta, narradora y periodista. Co-editora del diario manabita La Marea. Poemas suyos se han publicado en diarios, revistas y antologías impresas y digitales. Ex integrante del Taller literario Soledumbre de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, dirigido por el poeta Pedro Gil. Ha participado en algunos encuentros de poesía joven dentro de Ecuador. Coautura del libro Soledumbre (Mar Abierto, 2009). Autora del libro No debería haber mujeres buenas (Mar Abierto, 2011). 

  • POEMAS 

YO

Yo,
Tú alcantarilla favorita,
Amante perfecta para cerdos de trinchera.
Cola de pájaro, residuo de niño que se quedó dentro
Despojo que vive en humedad recia
La segunda, la tercera, la cuarta,
La flor que parece muerta,
Yo te pido que me dividas, que te dividas, que nos dividas.

La que te besa es un trapo tendido
Soledad que se convierte en cama
Si aparece la gente muere la gracia
Todo se jode y me convierto en masa
Preguntas y preguntas
Y me voy quedando sin respuestas
Como los domingos que nacen sin horas,
Cabellos que piden disculpas y luego se ahorcan.

Ya no escucho la noche,
Voy inventando, luciendo mentiras baratas
Te olvidas del mundo que en mi vientre sembraste
Ven, apoya la boca y espera que amanezca.

Yo,
Sucia, despeinada, llena palabras
Me dices estás bella.
¿Bella?
Pero si estoy hecha de soledad y tierra, te digo.
Y en el pelo llevo lágrimas que simulan ser liendres.
Insistes en comprar mantequilla y queso para la cena.
El amor carece de elegancias,
es el gato que pasea por mis calles.



DISIMULO

Disimulo que no tengo manchas
Que la leche está muy cara y por eso tomo agua
Le saco hasta la última palabra a mi libro mudo
Disimulo sonrisas que llevo abajo.

Letras sobrias que se encuentran encerradas,
Díganle que llevo la sangre sucia.
Que aún recuerdo cuando me besaba en la frente, en la gloria.
Sus dedos llegaban a lo oscuro y luego me decía, calma.

Cama es lo que sobra
Por eso mejor me trago las ganas.
Me mudo al siguiente año, quiero morir después y no ahora
Que soy amiga de los pescadores del parque cuando hay veda.

Camino a paso rápido.
Gasto minutos del día, ignoro la noche.
Me visto de negro y me voy de entierro.
El mar, las gaviotas nos miran y se excitan.

¡Qué le calmen el llanto que desayunó en dos años!
Yo la distraigo con cualquier chupete de feria.
Vemos juntas el amanecer y procuro que no queden señas,
En casa mi madre espera.

No me des flores, dame un revólver.
Quiero acabar la disfrazada Navidad.
Todo verde, todo rojo, la dicha de un día es un tiempo falso.

Y si me río sola, me amarran los brazos,
Diabla porque visto música negra, cuerdas sin reglas.
No soy lo que los loros desean,
Yo soy el barco y de tripulantes no quiero a cualquiera.


DÉJENME SER LA BALA

Mi vientre que no besas reclama en las difuntas noches.
Voy contra lo patético
Porque no tengo tiempo para consentir amores engreídos
Porque besos con lujuria encadenan la casa
Esconden el agua y envuelven la soledad en sonrisas frescas.

Si esta es una guerra, déjenme ser la bala.
¿Dónde se marca la diferencia si todos tenemos hambre?
Buscamos la presa más gorda, a la misma hora después de clases,
Ellos en la cama, nosotros encima de libros.

Tú le estás dando por la vagina y yo me estoy dando por los ojos.
Porque no duermo ¡maldita sea!
Privo la rutina con tal de escaparme.
Y es que ahí, en medio de tantas letras, me encuentro conmigo misma.
Demonia que chupa el agua bendita de una Pilsener
Que mastica a la agonía cual chicle viejo.
La vida se convierte en una masa,
Se aferra a un zapato viejo y se va secando hasta quedarse en nada.

¿Se da cuenta señor?, no se trata de una estrategia, para eso está el Gobierno.
Lo que salta de mi ventana es el insomnio,
Las consecuentes imágenes del Kamasutra que pasan por la tele,
A las diez y cuarenta y cinco, hora en que los niños sueñan con piernas,
Hora en que yo me cuestiono: la sombra o el credo.

Libertad o sangre, me dices.
Poesía o muerte te digo yo.
Que sea la muerte entonces, deja que ella venga despacito.
Se disfrace de Dios y nos embriague de placer.
Deja que termine en mi ombligo y limpie los canales que vomitan pescados.
Y desde allá arriba gritaré que te odio y dañaré mi himen a puñetazos.
Porque nadie merece manjar sin antes probar el infierno.
Porque no es cuestión de meter y sacar, si de todas formas me dejas jodida.

miércoles, 11 de enero de 2012

DAVID LEDESMA VÁSQUEZ




In Memoriam


Guayaquil, 1934-1961. Poeta y periodista. En los cortos veintisiete años de su vida, fundó un grupo poético "Club 7", con su revista, junto a Ileana Espinel, Gastón Hidalgo, Sergio Román Armendariz y Álvaro San Feliz. Publicó en vida: Cristal (1953); Club 7 -coautor- (1954); Gris (1958); Los días sucios -coautor- (1960). Además están sus libros: Cuaderno de Orfeo -póstumo- (1962); Antología personal -póstumo- (1962); La risa del ahorcado o La corbata amarilla -inédito-; Poemas para Guatemala -inédito-; Elegías -inédito-; Teoría de la llama -inédito-; Cuba en el corazón -inédito e inconcluso-. Consta en las antologías: Lírica ecuatoriana contemporánea (1979); Poesía viva del Ecuador (1990); La palabra perdurable (1991) y Manglar de voces (2009).



  • POETICA POSIBLE 

Yo nací con el símbolo errante de todas las gaviotas.
Con los pies andariegos y sueltos;
con la sed de la miel del camino,
con las manos queriendo ser alas
y los ojos buscando horizontes...



  • POEMAS 



DISTINTO


El pájaro que tiene solo un ala,
la naranja cuadrada,
el árbol tenso
que tiene raíces para arriba
y el caballo que galopa para atrás,
solo ellos me entienden.
                                       Mis hermanos,
mis diferentes semejantes que amo.

Y un día,
             distinto,
                         sin pareja,
con ellos cavaré un hoyo muy negro
donde meterme con mi sombra a cuestas.



ARITMÉTICA


Me decían los chicos de la escuela
-Aprende la aritmética.
-David, estudia la aritmética…
-Tú no sabes aritmética. ¡Eres un tonto!
Me gritaba mi padre diariamente:
-Estudia la aritmética,
¡aprende la aritmética!...
Si no sabes la tabla de sumar,
no irás al cine el domingo,
ni al corrousel, ni al foot-ball…
Hay que saber que dos y dos son cuatro
para poder vivir.
Me rogaba mi madre, entristecida:
-Aprende la aritmética,
estudia la aritmética:
si no sabes restar y dividir
no tendrás un futuro,
ni dinero, ni casa, ni amigos, ni coche…
Y no aprendí las tablas de aritmética.
Ni he logrado el futuro, ni el coche, ni el amigo;
pero he tomado todos los dones de la Vida,
gozándolos intensa y plenamente.



EL POEMA FINAL


De pronto,
como cortado o incompleto,
como un silencio nada más,
desciendo,
como una sequedad en la garganta,
como una pausa en que vacila el aire.
Amor mío… Amor mío…
¿Qué cosa puedo darte?
Tú me has dado tan solo tu presencia,
tu sonrisa y a veces tu aliento,
una proximidad nada más.
Yo te regalo un muerto. Cuídalo bien.
Es tuyo.
Solamente recuérdalo,
cierta fecha de octubre
porque donde tú naces yo termino.
Y mientras tú me pienses, viviré.
De pronto
toda la vida se hace un punto,
se hace un grito,
se hace la más perfecta y dulce música.
Perdóname, hija mía. No conozco
sino tu leve risa de inocencia.
Perdóname si sola, si desnuda,
si limpia te he dejado;
torno a la soledad. Allí he vivido.
Perdóname, tú, madre.
No me entienden.
Si un ruido horrible suena en la cabeza,
si una cosa sin nombre nos agobia,
si algo estalla de pronto… ¿Qué ha de hacerse?
El prudente tal vez buscará un médico,
el ocioso tal vez dejará estarse las venas en su sitio,
pero el que es todo corazón y siente
por el pellejo igual que las arterias,
¿qué ha de hacer, me pregunto?
Si de pronto
uno repugna ante uno mismo.
Si cada corazón,
cada pulgada
de íntimo dolor pesa y resuena
como pasos andando por adentro,
como trompadas…
Amor mío, perdóname. Lo sé.
Ahora ya puedo amarte. Nada más.
Puedo decir que estoy en ti, que vivo
libre, sin huesos,
como un aire vivo,
como algo que sí puedes amar.
Ah! Lo demás. Ya lo demás no importa…
Simplemente no se es.
No quedan huecos.
Apenas un momento de silencio
y nada más.
La rueda sigue andando.
El molino no deja de moler.
Ni nadie pierde su trabajo a causa de un tornillo que se rompe.
¿Lloran? No sé.
Yo no he querido el llanto.
Adoro las inmensas bocas frescas
que se abren al impulso de la risa.
Y la música adoro. Y la alegría.
Y las cosas más limpias de los seres:
por ejemplo, los besos, los adioses,
la mano que se pone sobre el hombro,
los niños y los perros indefensos.
Pero de pronto es necesario irse.
De pronto es necesario ser no-ser,
abrirse una ventana,
o acabarse
sencillamente
como podremos hoy, mañana o el Domingo
tú, yo o fulano
hacer paréntesis,
borrarse del paisaje, hacerse humo.